Turquía es un país que destaca por sus exóticos lugares, como por ejemplo Goreme. Esta ciudad que se mantiene con un gran turismo durante todo el año, ha sido capaz de mantener su encanto desértico y casi bohemio. Goreme encierra gran cantidad de cosas que ver y hacer, pero empecemos por deleitarnos con ambiente que allí se respira nada más llegar. Y es que como ya hemos dicho, Turquía tiene mucho que ofrecer.
Lo más llamativo de Goreme es su Museo del Aire Libre, que se trata de una especie de complejo monástico donde encontramos decenas de monasterios en cuyo interior se conservan frescos, esculturas e incluso algunos nichos. Cerca de allí, puedes acceder al Valle de Zemi donde se encuentras las chimeneas de hadas, que son unas curiosas formaciones rocosas de la zona. Sin duda, en Goreme lo más habitual es visitar los diferentes valles que la rodean y de los cuales recomendamos los siguientes.
El valle rojo, donde podéis hacer un viaje en globo o bien realizar un paseo para contemplar de cerca algunas iglesias excavadas en la roca, así como los espectaculares espacios naturales de la zona. Por otro lado tenemos el valle blanco, cuyo nombre se debe al blanquecino tono de las rocas que le dan un aspecto espectacular y a través del cual se llega al valle del amor, el cual recibe este nombre porque las chimeneas de hadas aquí son más grandes y con formas fálicas muy detalladas.
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