Transilvania es quizás uno de los destinos menos conocidos para los viajeros, pero sin duda se trata de una zona rica en historia y hermosos paisajes. A pesar de que los ciudadanos rechazan que se mezcle la figura de su héroe nacional con la del personaje de ficción de Drácula, esto ha hecho que el turismo en la zona incrementara con el paso del tiempo. Si bien es cierto que el príncipe Vlad Dracul nunca estuvo relacionado con las historias de Bram Stoker, su fama continua aun presente en nuestros días.
Viajar a Rumania implica visitar Bucarest, donde podremos disfrutar de sus enormes parques como el de Cismigiu o Herastrau. Y si quieres conocer algo más acerca del príncipe Vlad, puedes visitar el Museo Nacional de Historia. Pero para vivir más de cerca la historia del país, nada como empezar por visitar el Castillo de Bran que aunque no fue la residencia del príncipe empalador tiene un encanto difícil de evitar.
Pero si podemos visitar la verdadera residencia del príncipe, que no es otra que el Castillo de Poienari, que se encuentra en Valaquia. Dicho castillo fue construido por prisioneros turcos bajo el mandando del príncipe Vlad y situado estratégicamente para guarda la entrada desde Transilvania al Valle del Arges. Y como punto de referencia sin duda no podemos perdernos una visita a Brasov, una ciudad rodeada de montañas cuyas edificaciones no hacen viajar en el tiempo y casi poder tocar la impresionante historia del lugar con nuestros dedos.
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